Este proyecto consistió en el desarrollo de la identidad visual para la banda The Outlouders, incluyendo el diseño de marca, la portada de su álbum debut en formato vinilo y una línea de productos de merchandising.
La propuesta visual se construyó a partir de una estética urbana, cruda y vibrante, que refleja el carácter enérgico y alternativo del grupo.
La portada del álbum combina técnicas de collage digital, fotografía intervenida y texturas gráficas, generando una composición visual rica en capas y significados, con un aire nostálgico pero contemporáneo. El logotipo, de estilo stencil desgastado y con influencias del punk y el grunge, se diseñó para funcionar de forma versátil tanto en soportes físicos como digitales.
La identidad visual se extendió a la creación de piezas de merch (camisetas, stickers, afiches), buscando cohesión gráfica y una conexión directa con el público objetivo de la banda. El resultado es una imagen poderosa y coherente que refuerza el estilo musical y la actitud de The Outlouders, posicionándolos con fuerza dentro de la escena independiente.